En un contexto de creciente tensión en la Franja de Gaza, el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Avichay Adraee, anunció la intensificación de las operaciones militares en la región. Este anuncio se produce justo después de que la Casa Blanca confirmara que Israel ha aceptado una nueva propuesta de alto el fuego presentada por Estados Unidos. Sin embargo, a pesar de esta aceptación, Israel ha comenzado a llevar a cabo nuevas ofensivas en Gaza, lo que ha generado confusión y preocupación entre los residentes y la comunidad internacional.
Adraee utilizó sus redes sociales para instar a los habitantes de varias áreas del norte de Gaza a evacuar de inmediato, advirtiendo que estas zonas se convertirían en «áreas de combate peligrosas». El mensaje incluyó un mapa que indicaba las áreas específicas que debían ser abandonadas, como Al Atatra, Jabalia Al Balad, Al Shujaiya, Al Daraj y Al Zaytun. Según el portavoz, las organizaciones terroristas continúan llevando a cabo actividades hostiles en estas áreas, lo que justifica la intensificación de las operaciones militares.
La propuesta de alto el fuego, que ha sido respaldada por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, incluye la liberación de 10 rehenes que aún permanecen en Gaza, así como la devolución de los cuerpos de otros 18 fallecidos durante los primeros días de la tregua. A cambio, Israel liberaría a cientos de prisioneros palestinos y reduciría su presencia militar en ciertas áreas. Sin embargo, la propuesta no contempla un cese total de las hostilidades, una condición que Hamás ha exigido como parte de cualquier acuerdo.
El enviado especial de Estados Unidos, Steve Witkoff, declaró que la propuesta sería bien recibida por ambas partes, aunque no reveló detalles específicos. Según filtraciones de medios israelíes y árabes, la tregua podría extenderse por un período de 60 días. Sin embargo, la situación en Gaza sigue siendo crítica, con informes de que el 90% de la población ha sido desplazada al menos una vez desde el inicio del conflicto.
Desde que comenzó la ofensiva israelí el 7 de octubre de 2023, las cifras de víctimas han sido alarmantes. Según el Ministerio de Salud de Gaza, más de 54,000 palestinos han perdido la vida y más de 123,000 han resultado heridos. Estas cifras no incluyen las muertes indirectas causadas por enfermedades, hambruna o condiciones climáticas extremas. La ONU ha denunciado el bloqueo impuesto por Israel, que ha impedido la entrada de ayuda humanitaria durante casi tres meses, exacerbando la crisis alimentaria en la región.
La comunidad internacional observa con preocupación la escalada de violencia y la falta de un acuerdo duradero que permita la paz en la región. La situación humanitaria en Gaza se ha deteriorado drásticamente, y las organizaciones de derechos humanos han instado a ambas partes a cesar las hostilidades y buscar una solución pacífica al conflicto.
A medida que se desarrollan los acontecimientos, la incertidumbre persiste en torno a la efectividad de la propuesta de alto el fuego y la posibilidad de una tregua duradera. La población civil en Gaza sigue siendo la más afectada por esta prolongada crisis, y la necesidad de una intervención humanitaria se vuelve cada vez más urgente.