La noche del 25 de mayo de 2025 quedará grabada en la memoria de los aficionados del Athletic Club y en la historia del fútbol español. Óscar de Marcos, un símbolo del club bilbaíno, se despidió de los terrenos de juego en un emotivo acto que reunió a familiares, amigos, excompañeros y una afición que lo ha seguido durante toda su carrera. La derrota ante el FC Barcelona, aunque significativa, pasó a un segundo plano ante la celebración de una vida dedicada al deporte y a los valores que representa.
### Un Legado Inigualable
Óscar de Marcos, conocido cariñosamente como ‘Garban’, ha sido un pilar fundamental del Athletic Club desde su llegada en 2010. A lo largo de su carrera, ha acumulado un impresionante número de partidos y ha sido testigo de momentos históricos para el club. Su versatilidad en el campo, jugando tanto de lateral como de centrocampista, lo convirtió en un jugador indispensable para varios entrenadores. Pero más allá de sus estadísticas, lo que realmente lo distingue es su carácter y compromiso con los valores del club.
La despedida en San Mamés fue un homenaje a un jugador que ha encarnado el espíritu del Athletic Club. Desde el pasillo que le formaron sus compañeros del Barça hasta la camiseta enmarcada con el número 18, cada detalle de la noche estuvo diseñado para honrar su legado. La afición, que siempre ha sido el corazón del club, se unió en un clamor de agradecimiento, mostrando que el impacto de de Marcos va más allá de lo deportivo. La frase “Eskerrik asko”, que significa “gracias” en euskera, resonó en cada rincón del estadio, recordando a todos la importancia de su contribución al equipo y a la comunidad.
### La Noche de San Mamés
La atmósfera en San Mamés era mágica. A medida que caía la noche, la fachada del estadio se iluminó en un espectáculo visual que simbolizaba el agradecimiento de la ciudad hacia Óscar de Marcos. Este tributo no solo fue un reconocimiento a su carrera, sino también a su carácter humano y solidario. En un mundo donde a menudo se valoran solo las estadísticas, de Marcos ha demostrado que el fútbol es también una cuestión de valores, amistad y comunidad.
Durante el evento, se pudieron ver momentos conmovedores, como el abrazo entre de Marcos e Iñaki Williams, un joven talento del equipo que ha crecido bajo la sombra de su legado. También se destacó la presencia de figuras como Ernesto Valverde y Hansi Flick, quienes no solo reconocieron su talento en el campo, sino también su carácter y dedicación fuera de él. La conexión emocional entre de Marcos y la afición fue palpable, y muchos se sintieron inspirados por su ejemplo.
La despedida fue un recordatorio de que el fútbol es más que un juego; es una forma de vida que une a las personas. La comunidad de Bilbao se unió para celebrar a uno de sus héroes, y la noche se convirtió en un testimonio de lo que significa ser parte del Athletic Club. La pasión, el orgullo y la lealtad que de Marcos ha mostrado a lo largo de su carrera son valores que perdurarán en la memoria colectiva del club.
La imagen de San Mamés iluminado en honor a Óscar de Marcos es un símbolo de gratitud y respeto. En un deporte donde las figuras vienen y van, de Marcos ha dejado una huella imborrable que será recordada por generaciones. Su legado no solo se mide en títulos o partidos jugados, sino en la forma en que ha tocado las vidas de quienes lo rodean.
La despedida de Óscar de Marcos marca el final de una era, pero también el comienzo de una nueva etapa para el Athletic Club. Aunque su ausencia se sentirá en el vestuario y en el campo, su espíritu y valores continuarán guiando a las futuras generaciones de jugadores. La afición, que siempre ha sido el alma del club, seguirá apoyando a su equipo, recordando que, aunque los jugadores cambian, el amor por el Athletic Club permanece inalterable. La historia de Óscar de Marcos es un recordatorio de que el fútbol es una pasión que trasciende el tiempo y el espacio, y su legado vivirá en cada rincón de San Mamés.