La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha realizado una importante aclaración respecto a las alarmantes declaraciones de su máximo responsable, Tom Fletcher. En una reciente entrevista con la BBC, Fletcher había afirmado que 14,000 bebés en Gaza podrían morir en un plazo de 48 horas si no se recibía la ayuda humanitaria necesaria. Esta afirmación generó una gran preocupación y sorpresa, dado el dramático contexto de la situación humanitaria en la región.
Sin embargo, la OCHA ha matizado estas palabras, indicando que el informe al que se refería Fletcher no se limitaba a un periodo de 48 horas, sino que abarcaba un año. Según la OCHA, la necesidad de suministros es urgente, pero el plazo mencionado por Fletcher fue interpretado de manera incorrecta. «Estamos señalando la necesidad imperiosa de obtener suministros para salvar a unos 14,000 bebés que sufren desnutrición aguda grave en Gaza», explicó la OCHA, enfatizando que la ayuda debe llegar lo antes posible, idealmente en las próximas 48 horas.
El contexto de esta situación es alarmante. La Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (IPC) ha advertido que entre abril de 2025 y marzo de 2026, podrían registrarse 14,100 casos graves de desnutrición aguda entre niños de 6 a 59 meses en Gaza. Esta cifra resalta la gravedad de la crisis alimentaria y de salud que enfrenta la población infantil en la región, que se ha visto exacerbada por el conflicto en curso.
Fletcher, en su intervención, había mencionado que había cinco camiones de ayuda humanitaria estacionados al otro lado de la frontera, pero que aún no habían llegado a las comunidades que más lo necesitaban. «Esto es comida para bebés, nutrición para bebés. Hay 14,000 bebés que morirán en las próximas 48 horas si no logramos llegar a ellos», expresó en su declaración original. Esta afirmación fue recibida con gran preocupación, ya que subrayaba la urgencia de la situación.
La OCHA ha reiterado la necesidad de que los suministros humanitarios crucen la frontera y lleguen a las comunidades afectadas. En este sentido, han señalado que la comunidad humanitaria en Gaza, incluyendo a la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina (UNRWA), está lista para aumentar la entrega de asistencia crítica, pero que se requiere un acceso inmediato y sin restricciones para poder llevar a cabo estas operaciones.
Además, la OCHA ha destacado que la ayuda humanitaria no debe ser utilizada como un instrumento político o militar, una preocupación que ha sido expresada por varios funcionarios de la ONU en foros internacionales. La situación en Gaza es compleja y está marcada por tensiones políticas, lo que complica aún más la entrega de asistencia humanitaria.
La comunidad internacional ha estado siguiendo de cerca la situación en Gaza, y las declaraciones de la OCHA han generado un debate sobre la necesidad de una respuesta más efectiva y coordinada para abordar la crisis humanitaria. La falta de acceso a alimentos, medicinas y otros suministros básicos ha llevado a un deterioro significativo de las condiciones de vida en la región, afectando especialmente a los más vulnerables, como los niños.
En este contexto, es fundamental que se tomen medidas inmediatas para garantizar que la ayuda humanitaria llegue a quienes más la necesitan. La OCHA ha hecho un llamado a la comunidad internacional para que se intensifiquen los esfuerzos en la entrega de asistencia y se garantice el acceso humanitario a Gaza, subrayando que cada día que pasa sin ayuda puede tener consecuencias devastadoras para la población infantil y para la salud pública en general.
La situación en Gaza es un recordatorio de la fragilidad de la vida en contextos de conflicto y de la importancia de la cooperación internacional para abordar las crisis humanitarias. La OCHA y otras organizaciones humanitarias continúan trabajando incansablemente para aliviar el sufrimiento de los afectados, pero su capacidad para hacerlo depende en gran medida de la voluntad política y del acceso a la región.