La persistencia de lenguajes de programación como COBOL, RPG o Visual Basic 6 en sectores críticos como la banca, los seguros y la administración pública es un fenómeno que, aunque sorprendente, se ha convertido en una realidad preocupante. En la actualidad, se estima que existen más de 800.000 millones de líneas de código COBOL en funcionamiento en todo el mundo, lo que pone de manifiesto la dependencia tecnológica de infraestructuras desarrolladas hace décadas. Esta situación no es simplemente el resultado de un descuido, sino que responde a decisiones estratégicas fundamentadas en la fiabilidad que estos entornos ofrecen en contextos críticos. Sin embargo, la creciente complejidad de estos sistemas y la escasez de expertos que aún dominan estos lenguajes hacen que la modernización tecnológica sea una necesidad urgente.
**Riesgos Asociados a la Permanencia de Sistemas Legacy**
Con motivo del Día Mundial de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información, celebrado cada 17 de mayo, se han identificado varios riesgos que enfrentan las organizaciones que no han abordado la modernización de sus sistemas legacy. Uno de los riesgos más alarmantes es la pérdida de conocimiento técnico, que se produce debido al retiro de generaciones de profesionales que desarrollaron y mantuvieron estos sistemas. Ignorar el riesgo del legado tecnológico no elimina el problema; por el contrario, lo pospone, aumentando su gravedad y coste a largo plazo.
Además, la dificultad para integrar soluciones modernas como APIs, servicios en la nube o inteligencia artificial se convierte en un obstáculo significativo. La falta de compatibilidad tecnológica no solo impide la innovación, sino que también limita la competitividad en un entorno donde la agilidad y la automatización son esenciales. Las organizaciones que continúan operando con sistemas obsoletos corren el riesgo de quedar rezagadas frente a competidores más ágiles y adaptables.
**Costes Ocultos y Vulnerabilidades en Ciberseguridad**
Aunque a primera vista estos sistemas pueden parecer económicos al no requerir licencias modernas, los costes operativos reales son mucho más elevados. El mantenimiento especializado, las dificultades para realizar pruebas y la necesidad constante de aplicar parches incrementan significativamente el coste total de propiedad. Este aspecto es crucial, ya que muchas organizaciones subestiman el impacto financiero de mantener sistemas legacy.
Desde la perspectiva de la ciberseguridad, la situación es igualmente crítica. Muchos entornos legacy carecen de cifrado actualizado y de sistemas robustos de gestión de credenciales, lo que los convierte en un blanco fácil para ciberataques. Según informes recientes, un porcentaje significativo de brechas de seguridad en el sector financiero se produjo en sistemas legacy que no contaban con los parches necesarios. Esto pone de manifiesto la necesidad urgente de abordar la modernización de estos sistemas, no solo para mejorar la eficiencia operativa, sino también para proteger la información sensible de las organizaciones.
**Herencia Digital: Un Riesgo Estructural para el Negocio**
La falta de visibilidad sobre el funcionamiento de estos entornos legacy provoca que cualquier intento de modificación sea una operación de alto riesgo. La incapacidad para anticipar impactos o evaluar el alcance de los cambios puede bloquear la evolución del negocio y llevar a escenarios extremos, como fallos críticos sin un plan de contingencia. Esta situación no solo afecta a la operativa diaria, sino que también puede tener repercusiones graves en la reputación de la organización y en la confianza de sus clientes.
Para afrontar este desafío, es fundamental adoptar soluciones basadas en tecnologías maduras. Herramientas de análisis automatizado del código, inteligencia artificial para documentar sistemas antiguos y modelos de modernización progresiva son algunas de las alternativas viables que pueden ayudar a las organizaciones a llevar a cabo esta transformación sin necesidad de romper con lo que ya funciona. La modernización no tiene que ser un proceso disruptivo; puede ser un camino gradual que permita a las empresas adaptarse a las nuevas exigencias del mercado sin perder la estabilidad que ofrecen sus sistemas existentes.
En resumen, la modernización de sistemas legacy es un desafío que no puede ser ignorado. Las organizaciones deben actuar con rapidez para mitigar los riesgos asociados a la permanencia de estos sistemas obsoletos y adoptar un enfoque proactivo hacia la transformación digital. La clave está en encontrar un equilibrio entre la fiabilidad de los sistemas existentes y la necesidad de innovar y adaptarse a un entorno tecnológico en constante evolución.