La reciente participación de Melody en Eurovisión 2025 ha desatado un torrente de reacciones tanto en el ámbito musical como en el político. A pesar de ofrecer una actuación que fue aclamada por su calidad y originalidad, la artista sevillana se encontró con un resultado decepcionante, ocupando el puesto 24 de 26. Este desenlace ha suscitado un intenso debate sobre la influencia de factores externos en el festival, especialmente en un contexto político tan delicado como el actual.
### La Actuación de Melody: Un Espectáculo que Deslumbró
Melody subió al escenario de Basilea con su tema «Esa Diva», una propuesta que se alejaba de las fórmulas comerciales típicas y que se centraba en la identidad y el mensaje. La cantante presentó un espectáculo visualmente atractivo y vocalmente impresionante, lo que llevó a muchos a creer que su actuación podría haber sido una de las mejores de la noche. Sin embargo, la puntuación final fue desalentadora: solo 27 puntos del jurado y 10 del televoto, sumando un total de 37 puntos. Este resultado no solo dejó a Melody y a su equipo sorprendidos, sino que también generó una ola de críticas hacia el sistema de votación del festival.
La artista, tras el evento, compartió un mensaje en sus redes sociales agradeciendo a sus seguidores por el apoyo recibido y prometiendo que pronto hablaría más sobre su experiencia. «Estoy muy cansada, pero vamos a tener esa charla. Vamos a hablar claro. Ustedes saben cómo soy: natural y bien clara», expresó Melody, dejando entrever que había más que contar sobre su participación y el contexto que la rodeó.
### El Contexto Político: Un Factor Decisivo
El resultado de Melody no puede ser analizado sin considerar el clima político que ha marcado esta edición de Eurovisión. Días antes del festival, RTVE emitió un comunicado en defensa de la libertad de expresión de sus presentadores, quienes habían manifestado su apoyo al pueblo palestino. Esta postura provocó una advertencia de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), que recordó a la televisión pública española la importancia de mantener la neutralidad en un evento que debería ser apolítico. La controversia en torno a la participación de Israel en el festival también ha sido un tema candente, con protestas y divisiones en varios países que han participado en el evento.
La decisión de RTVE de adoptar una postura política en un evento de esta magnitud ha sido objeto de debate. Algunos críticos argumentan que esta política pudo haber influido negativamente en la puntuación de Melody. La propia cantante reflexionó sobre este aspecto, sugiriendo que «a veces prevalecen otras cosas» en el mundo del arte y la música. Su actuación, aunque técnicamente impecable, se vio empañada por un contexto que muchos consideran que debería haber sido irrelevante en un festival de música.
La reacción de RTVE fue rápida y contundente. Ana María Bordas, jefa de la delegación española, expresó su apoyo a Melody, afirmando que la cantante había realizado un trabajo excepcional y que no comprendía cómo el jurado no había valorado su calidad vocal. Esta defensa subraya la desconexión entre la percepción del equipo español y la realidad de los resultados obtenidos.
### Reacciones y Consecuencias
El resultado de Eurovisión 2025 ha trascendido el ámbito musical, convirtiéndose en un tema de discusión política. El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, felicitó a Melody en redes sociales, mientras que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, criticó duramente la gestión de RTVE, acusándola de haber politizado el evento. Ayuso cuestionó la falta de crítica de RTVE hacia otros países con problemas de derechos humanos, sugiriendo que la postura de la televisión pública española podría haber influido en el resultado.
En su mensaje, Melody destacó el apoyo que recibió del público, tanto en España como en Latinoamérica, y expresó su orgullo por haber representado a su país. Aunque no mencionó directamente a RTVE ni a la UER, su tono dejó claro que su relato completo aún está por llegar. La artista prometió hablar con claridad sobre lo que vivió y lo que piensa, lo que añade un elemento de expectativa a su historia.
La experiencia de Melody en Eurovisión 2025 ha puesto de manifiesto las tensiones entre la política, la diplomacia cultural y el espectáculo. A pesar de no haber logrado el resultado esperado, la cantante ha ganado el respeto y la admiración de miles de personas, quienes valoran su valentía y su compromiso con la verdad. Su discurso, lleno de emoción y firmeza, ha marcado un punto de inflexión en la percepción de cómo la política puede influir en el arte, dejando abiertas preguntas sobre el futuro de Eurovisión y la música en un contexto global cada vez más complejo.