Cuando se habla de Cantabria, muchos piensan en sus impresionantes paisajes naturales, sus playas y su rica gastronomía. Sin embargo, pocos son conscientes de que bajo la arena dorada de sus costas se esconde un patrimonio arqueológico de incalculable valor. La necrópolis de Cerrias, ubicada en el municipio de Piélagos, es un ejemplo fascinante de cómo la historia puede estar justo bajo nuestros pies, esperando ser descubierta.
### Un Viaje al Pasado: La Necrópolis de Cerrias
La necrópolis de Cerrias es un conjunto de túmulos megalíticos que datan del Neolítico final y la Edad del Bronce. Este sitio fue descubierto y excavado parcialmente en la segunda mitad del siglo XX, y ha sido reconocido como uno de los enclaves funerarios más singulares del litoral cántabro. A pesar de su importancia histórica, muchos bañistas que disfrutan de las playas cercanas ignoran que están caminando sobre un cementerio prehistórico.
Las primeras investigaciones arqueológicas en Cerrias comenzaron en los años 60 y 70, cuando espeleólogos y académicos de la Universidad de Cantabria empezaron a explorar la zona. Sin embargo, fue en los años 80 cuando se realizaron excavaciones más significativas bajo la dirección del arqueólogo Pedro Rasines. Estas excavaciones revelaron la existencia de al menos tres túmulos principales, que contenían enterramientos humanos y una variedad de artefactos, incluyendo herramientas de sílex y cerámica campaniforme, lo que sugiere la existencia de rituales funerarios complejos.
La ubicación de la necrópolis no fue elegida al azar. Cerrias se sitúa estratégicamente entre el río Pas y el mar Cantábrico, en un terreno que permite una visibilidad amplia del entorno. Esta elección refleja la lógica del megalitismo atlántico, donde los pueblos neolíticos construían sus cementerios en lugares que eran tanto simbólicos como prácticos. Los túmulos, que varían entre 5 y 12 metros de diámetro, eran monumentos funerarios colectivos utilizados durante generaciones, donde se inhumaban los cuerpos acompañados de ajuares que reflejan creencias sobre la vida después de la muerte.
### Un Patrimonio Olvidado
A pesar de su relevancia histórica, la necrópolis de Cerrias enfrenta un futuro incierto. Actualmente, no cuenta con señalización turística ni protección museística activa, lo que ha llevado a que muchos visitantes desconozcan su existencia. Este abandono contrasta con otros sitios arqueológicos en la región que han sido recuperados y convertidos en destinos educativos y culturales.
La presión urbanística y el paso del tiempo han hecho que la necrópolis de Cerrias se convierta en un patrimonio dormido. Sin embargo, la protección natural del Parque de las Dunas ha salvaguardado parte de este legado, impidiendo la urbanización directa sobre el yacimiento. Aunque algunas estructuras han sufrido deterioro, el subsuelo conserva niveles arqueológicos intactos, y los materiales hallados en las excavaciones de los años 80 están catalogados en el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MUPAC).
Los arqueólogos que han trabajado en Cerrias sugieren que este sitio podría formar parte de una red funeraria más amplia, conectada con otros túmulos en la región. Sin embargo, esta conexión aún no ha sido estudiada en profundidad, lo que deja un vasto campo de investigación por explorar.
### La Necesidad de Recuperar la Memoria
Recuperar la memoria de Cerrias no solo implica un regreso al pasado, sino también una reflexión sobre cómo nos relacionamos con nuestro patrimonio invisible. Este patrimonio, que no siempre es visible a simple vista, sostiene nuestra historia colectiva y merece ser honrado. Iniciativas locales podrían revitalizar el interés por Cerrias, implementando paneles informativos, rutas señalizadas y talleres educativos que permitan a los visitantes comprender la importancia de este lugar.
Además, la conservación del entorno natural podría coexistir con su uso actual como zona de paseo y observación de aves. Cerrias es más que un simple paisaje costero; es un lugar donde generaciones de hombres y mujeres fueron enterrados, que miraban al mar con los mismos ojos asombrados que hoy tienen los turistas. Recordar su existencia es una forma de conectar la tierra, la historia y el presente a través de las piedras que aún permanecen bajo nuestros pies.
La necrópolis de Cerrias es un recordatorio de que la historia no está solo en los libros, sino que también se encuentra en los lugares que habitamos y en los que disfrutamos. Es un legado que merece ser descubierto y preservado para las futuras generaciones, asegurando que la rica historia de Cantabria no se pierda en el olvido.