Este domingo, los reyes de España, Felipe VI y Letizia, han asistido a una emotiva ceremonia en Austria para conmemorar el 80º aniversario de la liberación de los campos de concentración nazis de Mauthausen y Gusen. Este evento es significativo no solo por su relevancia histórica, sino también por el homenaje que se rinde a los más de 4.700 españoles que perdieron la vida en estos campos durante la Segunda Guerra Mundial.
La ceremonia se llevó a cabo en un ambiente solemne, donde los monarcas realizaron ofrendas florales en nombre de España ante el cenotafio y la placa conmemorativa dedicada a las víctimas españolas. Este acto fue acompañado por miembros de la Amical de Mauthausen, así como por familiares de aquellos que sufrieron en estos lugares de horror.
Durante la ceremonia, los reyes también visitaron el museo que explica la historia del campo de concentración, lo que subraya la importancia de recordar y educar sobre estos eventos trágicos. Además, tuvieron un encuentro con el presidente austriaco, Alexander Van der Bellen, lo que refleja la colaboración y el respeto entre naciones en la lucha contra el olvido de la historia.
El ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, y el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, también estuvieron presentes en el acto. Bustinduy destacó la importancia de recordar a los antifascistas españoles y el compromiso de defender la libertad y la justicia en el mundo actual. Su intervención subrayó que Europa se construyó sobre un imperativo antifascista, y que es esencial que las nuevas generaciones comprendan la gravedad de lo que ocurrió durante el nazismo.
El evento conmemora la liberación de Mauthausen y Gusen el 5 de mayo de 1945 por el Ejército estadounidense, una fecha que se ha convertido en el Día de Homenaje a los españoles deportados y fallecidos en los campos de concentración nazis. Este año, el lema de la ceremonia fue «¿No dijimos que nunca más?», un recordatorio de la necesidad de mantener viva la memoria histórica y de luchar contra cualquier forma de totalitarismo.
Los reyes ya habían participado en una ceremonia similar el pasado 27 de enero, con motivo del 80º aniversario de la liberación de Auschwitz, lo que demuestra su compromiso con la memoria histórica y el reconocimiento de las víctimas del nazismo. La continuidad de estos actos es fundamental para que la sociedad no olvide los horrores del pasado y para que se fomente una cultura de paz y respeto entre los pueblos.
La conmemoración de este aniversario no solo es un acto de recuerdo, sino también una llamada a la acción para que todos los ciudadanos se comprometan a luchar contra el odio y la intolerancia en todas sus formas. En un mundo donde todavía persisten ideologías extremistas, el mensaje de recordar el pasado se vuelve más relevante que nunca.
La ceremonia fue organizada por el Comité Mauthausen Austria, que ha trabajado para mantener viva la memoria de las víctimas y educar sobre los peligros del fascismo. La relevancia del evento se ve reforzada por la necesidad de que las nuevas generaciones conozcan la historia y comprendan las implicaciones de la ideología nazi, así como la importancia de la defensa de los derechos humanos en la actualidad.
En resumen, la conmemoración del 80º aniversario de la liberación de Mauthausen y Gusen es un recordatorio poderoso de la historia y un llamado a la acción para todos. La presencia de los reyes y otros dignatarios en este evento subraya la importancia de la memoria histórica y el compromiso de España con la defensa de los derechos humanos y la justicia social.