Un juzgado de Toledo ha comenzado una investigación sobre un robo de cobre que afectó a la línea de alta velocidad AVE, específicamente en el trayecto que conecta Madrid con Andalucía. Este incidente, que ocurrió el pasado domingo, ha generado un gran revuelo debido a las severas interrupciones en el servicio ferroviario, que impactaron a más de 10,000 pasajeros con retrasos y cancelaciones. Aunque el Gobierno, a través del Ministerio de Transportes, ha calificado el evento como un posible sabotaje, el juzgado lo está tratando como un caso de hurto.
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Orgaz ha abierto diligencias tras recibir un informe de la Guardia Civil que detalla la presunta comisión de un «delito de robo con fuerza en las cosas». Este tipo de delito se ajusta al modus operandi observado en el incidente, que incluyó daños intencionados en infraestructuras críticas. Durante la noche del 4 de mayo, un total de 21 trenes de la línea Madrid-Sevilla experimentaron paralizaciones o retrasos significativos, afectando a aproximadamente 10,700 viajeros.
Los robos se llevaron a cabo en cinco puntos diferentes en la provincia de Toledo, específicamente en los términos municipales de Los Yébenes y Manzaneque. Estos actos vandálicos causaron daños en las instalaciones de señalización de la vía, lo que obligó a reducir drásticamente la velocidad de circulación. Además, un tren sufrió un incidente adicional al engancharse con la catenaria, lo que generó más interrupciones en el servicio. El equipo técnico del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) logró reparar la avería durante el lunes siguiente.
El ministro de Transportes, Óscar Puente, se pronunció sobre el suceso, inicialmente describiéndolo como un «acto grave de sabotaje». En sus primeras declaraciones, enfatizó que el robo ocurrió en un tramo crucial para la movilidad, especialmente durante el regreso del Puente de Mayo. Aunque el valor económico del material robado es relativamente bajo, el impacto en la operatividad de la línea ha sido considerable. Sin embargo, en una posterior declaración, Puente cambió su enfoque y se refirió al incidente como un «acto vandálico». La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, también comentó que no se descartan ninguna hipótesis, subrayando que había una clara intención de causar daño.
Este tipo de incidentes no son nuevos en el contexto del transporte ferroviario en España. Los robos de cobre y otros materiales han sido un problema recurrente, afectando no solo a la infraestructura, sino también a la confianza de los usuarios en el sistema ferroviario. La situación actual ha llevado a un debate sobre la seguridad de las infraestructuras y la necesidad de implementar medidas más efectivas para prevenir futuros robos.
La investigación judicial se centrará en determinar las circunstancias exactas del robo y si hay conexiones con otros incidentes similares. La Guardia Civil está trabajando en la recopilación de pruebas y testimonios que puedan ayudar a esclarecer el caso. Mientras tanto, los pasajeros afectados continúan esperando respuestas sobre la seguridad y fiabilidad del servicio de trenes de alta velocidad.
Este incidente ha puesto de relieve la vulnerabilidad de las infraestructuras críticas y la importancia de una respuesta rápida y efectiva por parte de las autoridades. La situación también ha generado preocupación entre los usuarios del AVE, quienes dependen de este medio de transporte para sus desplazamientos diarios y viajes largos. La resolución de este caso será crucial no solo para restaurar la confianza en el sistema ferroviario, sino también para garantizar la seguridad de los pasajeros en el futuro.