Patricia Ramírez, madre de Gabriel Cruz, quien fue asesinado en 2018 por Ana Julia Quezada, ha hecho públicas una serie de denuncias sobre las irregularidades que se están produciendo en la prisión de Brieva, donde Quezada cumple su condena. En una reciente comparecencia, Ramírez expuso que la situación dentro de la cárcel es alarmante, ya que se ha informado de que Quezada habría conseguido un teléfono móvil con el que planea dar entrevistas y realizar un documental. Esta situación ha llevado a una investigación sobre las condiciones de la prisión, que se inició tras la denuncia de Ramírez hace un año.
La madre de Gabriel ha revelado que, según información que le ha llegado desde el interior de la cárcel, Ana Julia Quezada no solo tiene acceso a un teléfono móvil, sino que también estaría involucrada en actividades que incluyen grabaciones para un documental y relaciones sexuales a cambio de estos dispositivos. Ramírez ha denunciado que la falta de protección institucional la ha dejado vulnerable, y ha expresado su preocupación por las amenazas que ha recibido de la propia Quezada, quien supuestamente ha manifestado su deseo de matarla.
Durante su declaración, Ramírez afirmó: «Me enteré que, supuestamente, la asesina de mi hijo ha manifestado que me quiere matar. Estaba muy enfadada conmigo porque le había roto el documental». Esta declaración ha generado un gran revuelo, ya que Ramírez asegura que ha recibido información de diversas fuentes sobre la situación de Quezada en prisión, incluyendo la existencia de vídeos y grabaciones que comprometen la seguridad de otras internas.
La madre de Gabriel ha insistido en la necesidad de que las autoridades tomen medidas para investigar estas irregularidades. «La información que a mí me llega es que Ana Julia tiene móviles. Que hay personas que graban dentro, que hay vídeos sexuales, que hay grabaciones para un documental, que hay personas que mueven dinero por ello», ha declarado Ramírez, quien se siente desprotegida y revictimizada por el sistema.
Además, Ramírez ha criticado la falta de acción por parte de las autoridades, afirmando que ha denunciado estas irregularidades en múltiples ocasiones sin recibir respuesta. «No puedo más. Lo estoy denunciando y ni siquiera se me llama para preguntarme. Nadie me atiende, nadie me protege, nadie actúa», ha lamentado, visiblemente emocionada.
En su comparecencia, Ramírez también ha abordado el tema del espectáculo mediático que rodea a casos como el de su hijo. Ha criticado la instrumentalización de su tragedia para crear documentales y series, un fenómeno que ha crecido en popularidad en los últimos años. «¿A costa de qué se le está dando tanta fama a esta asesina? ¿Para qué? ¿Para vender nuestra amargura como espectáculo?», se preguntó.
Ramírez ha llevado su denuncia al Senado, buscando que se tomen medidas para proteger a las víctimas y evitar que sus historias sean utilizadas para el entretenimiento. En su intervención, también destacó que, a pesar de haber pasado casi ocho años desde el asesinato de su hijo, no se ha realizado ninguna investigación patrimonial sobre Ana Julia Quezada, quien podría estar ganando dinero con el documental que planea realizar.
«Después de 8 años no ha habido una sola investigación patrimonial de Ana Julia. No ha pagado nada, no se le ha embargado nada, ni siquiera está declarada insolvente. Y mientras tanto puede estar ganando dinero con un documental», ha afirmado Ramírez, quien siente que el sistema la ha dejado sola en su lucha por justicia.
Finalmente, Patricia Ramírez hizo un llamado a la Fiscalía y al Ministerio de Justicia para que actúen y se investiguen las irregularidades en la prisión de Brieva. «Espero que traslade información sobre esos funcionarios de la cárcel, que localicen esos móviles e investiguen las imágenes, además de esos movimientos de dinero porque me afectan a la responsabilidad civil que aún no me ha pagado», concluyó.