La diputada Alejandra Durán, representante del grupo parlamentario Por Andalucía, ha manifestado su firme oposición a los tres proyectos de plantas fotovoltaicas que se planean instalar en El Fargue, un área de Granada. En una reciente intervención, Durán ha solicitado la comparecencia del gobierno andaluz en el Parlamento para que explique las implicaciones de estos megaproyectos, que, según ella, no solo amenazan el medio ambiente, sino que también podrían afectar gravemente al patrimonio cultural de la región.
### Impacto Ambiental y Patrimonio Cultural
Durán ha expresado su preocupación por el impacto negativo que estos proyectos podrían tener en el entorno natural y cultural de Granada. En su declaración, la diputada ha señalado que la instalación de estas plantas solares abarcaría un total de 10 hectáreas, lo que podría causar un daño irreparable al paisaje y a la biodiversidad local. «La provincia de Granada se ha convertido en uno de los territorios con mayor despliegue de energías renovables, lo cual es positivo si se realiza de manera adecuada. Sin embargo, en este caso, no es así», ha afirmado.
Además, Durán ha destacado que las áreas afectadas por estos proyectos están cercanas a lugares de gran valor histórico, como el Valle del Darro, la Alhambra, el Generalife y el Barrio del Albaicín, todos ellos declarados Bien de Interés Cultural. La diputada ha subrayado que la instalación de estas plantas podría vulnerar la normativa vigente que protege estos patrimonios, lo que ha llevado a muchos ciudadanos a cuestionar la verdadera utilidad pública de estos megaproyectos.
La preocupación por el impacto ambiental no se limita solo a la flora y fauna locales, sino que también se extiende a la calidad de vida de los residentes en la zona. Durán ha argumentado que la instalación de estas plantas solares podría generar un fuerte impacto visual y alterar la estética del paisaje, lo que podría afectar el turismo, una de las principales fuentes de ingresos de Granada.
### Llamado a la Moratoria
Ante la inminente ejecución de estos proyectos, Durán ha instado a la Junta de Andalucía a implementar una moratoria sobre la instalación de nuevas plantas fotovoltaicas en la provincia. «Es fundamental que se realice una transición energética planificada y racional, que respete tanto el medio ambiente como el patrimonio cultural de Granada», ha declarado. La diputada ha enfatizado que la reciente crisis energética, evidenciada por el apagón que afectó a la región, subraya la necesidad de abordar la transición energética con seriedad y responsabilidad.
Durán ha registrado una serie de preguntas dirigidas al gobierno andaluz, solicitando información sobre las actuaciones implementadas en relación a los proyectos de plantas fotovoltaicas en Granada. Estas preguntas buscan esclarecer cómo se están gestionando estos proyectos y qué medidas se están tomando para mitigar su impacto ambiental y cultural.
La diputada ha criticado la complicidad del gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla con las grandes empresas y fondos de inversión que promueven estos megaproyectos, sugiriendo que se están priorizando los intereses económicos sobre el bienestar de la comunidad y la protección del medio ambiente. «Es inaceptable que se permita que estas grandes corporaciones actúen sin considerar las consecuencias que sus proyectos tienen para la población local y el entorno», ha afirmado Durán.
La situación en El Fargue refleja un dilema más amplio que enfrenta muchas comunidades en España y en todo el mundo: la necesidad de avanzar hacia energías renovables y sostenibles, mientras se protege el medio ambiente y el patrimonio cultural. La respuesta del gobierno andaluz a las preocupaciones planteadas por Durán y otros ciudadanos será crucial para determinar el futuro de estos proyectos y su impacto en la región.
La controversia en torno a las plantas fotovoltaicas en El Fargue es un claro ejemplo de cómo la transición energética puede generar tensiones entre el desarrollo económico y la conservación del patrimonio cultural y natural. A medida que la demanda de energía renovable continúa creciendo, será esencial encontrar un equilibrio que permita avanzar hacia un futuro sostenible sin sacrificar la identidad y el legado cultural de las comunidades locales.