El 30 de abril de 2024, el mundo financiero español se vio sacudido por una noticia que marcaría un hito en la historia bancaria del país: la oferta pública de adquisición (OPA) de BBVA sobre Banco Sabadell. Este movimiento, que se convirtió en la primera OPA hostil en el sector bancario español en 37 años, desató una serie de eventos que han mantenido a los analistas y a los inversores en vilo durante más de un año. La operación ha estado marcada por tensiones, rechazos y negociaciones complejas, reflejando la dinámica del sector financiero en un contexto de incertidumbre económica y política.
**El Comienzo de la OPA: Un Acercamiento Controversial**
La historia de esta OPA comenzó con un acercamiento amistoso que rápidamente se tornó en un conflicto. El 30 de abril de 2024, BBVA hizo pública su intención de adquirir Banco Sabadell, ofreciendo una prima del 30% sobre la cotización de la entidad vallesana. Sin embargo, el consejo de administración de Banco Sabadell rechazó la oferta, argumentando que no reflejaba el verdadero potencial del banco. Este rechazo llevó a BBVA a optar por una estrategia más agresiva: lanzar su oferta directamente a los accionistas de Sabadell, lo que marcó el inicio de una OPA hostil.
A medida que avanzaba la operación, las relaciones entre los directivos de ambas entidades se deterioraron. La situación se complicó aún más con la llegada de Salvador Illa a la Generalitat de Cataluña, donde la oposición a la fusión se intensificó. El retorno de Banco Sabadell a Cataluña en enero de 2025, tras varios años de estar fuera, también generó tensiones, ya que muchos en la sociedad catalana y en el entorno empresarial se mostraron en contra de la OPA.
**Desafíos Regulatorios y la Resistencia de Sabadell**
Uno de los principales obstáculos que enfrentó BBVA fue la regulación. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) decidió ampliar su análisis de la OPA a una segunda fase, identificando riesgos para la competencia en sectores clave como el crédito a pequeñas y medianas empresas (pymes). A pesar de las propuestas de BBVA para garantizar la inclusión financiera y el acceso al crédito, Banco Sabadell argumentó que estas medidas no eran suficientes y que solo un pequeño porcentaje de sus clientes se beneficiaría.
A lo largo de este proceso, BBVA buscó obtener el apoyo de los reguladores y supervisores. En junio de 2024, la CNMV admitió a trámite la solicitud de autorización de la OPA, y en septiembre, la autoridad británica de regulación prudencial dio su visto bueno. Sin embargo, la CNMC continuó con su análisis, lo que generó incertidumbre sobre el futuro de la operación.
Finalmente, en enero de 2025, BBVA logró el apoyo de la CNMC, que aprobó la OPA con ciertas condiciones para garantizar la competencia en los mercados afectados. A pesar de esto, el proceso no estuvo exento de críticas, especialmente desde el Gobierno, que expresó preocupaciones sobre la posible exclusión financiera y laboral que podría derivarse de la fusión.
**El Futuro de la OPA: Expectativas y Estrategias**
Con la aprobación de la CNMC, la OPA de BBVA se encuentra en una fase crucial. Ahora, el Ministerio de Economía debe decidir si eleva la operación al Consejo de Ministros, lo que podría llevar a un pronunciamiento final del Gobierno. Este desenlace es vital, ya que los accionistas de Banco Sabadell tendrán la última palabra sobre la aceptación de la oferta.
A pesar de la resistencia de algunos accionistas, muchos analistas creen que BBVA podría verse obligado a mejorar su oferta para asegurar el éxito de la OPA. La evolución de las acciones de ambas entidades desde el anuncio de la OPA ha sido notable: mientras las acciones de Banco Sabadell han aumentado un 42%, las de BBVA han subido un 17%. Esta diferencia en el rendimiento del mercado ha llevado a especulaciones sobre la necesidad de ajustar la oferta para atraer a los accionistas de Sabadell.
BBVA ha defendido su postura, afirmando que no tiene la intención de aumentar el precio de la OPA. Sin embargo, esta estrategia podría resultar arriesgada, ya que una mejora en la oferta podría impactar negativamente en el valor de las acciones de BBVA. La situación es delicada, y cualquier movimiento en este sentido deberá ser cuidadosamente considerado.
En resumen, la OPA de BBVA sobre Banco Sabadell ha sido un proceso lleno de desafíos y tensiones, reflejando la complejidad del entorno financiero actual. A medida que se acerca el desenlace final, todos los ojos están puestos en el Gobierno y en los accionistas de Banco Sabadell, quienes decidirán el futuro de esta histórica operación.