La reciente instrucción del Gobierno español sobre la gestación subrogada ha generado un intenso debate en la sociedad. A partir del 1 de mayo de 2025, se establece una prohibición más estricta en torno a esta práctica, que ha sido objeto de controversia durante años. La nueva normativa no solo busca proteger los derechos de las mujeres, sino que también responde a una creciente preocupación por la explotación reproductiva y la mercantilización del cuerpo femenino.
### Contexto Legal y Cambios en la Normativa
La gestación subrogada ha sido un tema delicado en España, donde la ley 14/2006 sobre técnicas de reproducción humana asistida ya prohibía el alquiler de vientres. Sin embargo, durante años, muchas personas han optado por acudir a países donde esta práctica es legal, como Estados Unidos, Ucrania o Canadá. Esto ha creado un vacío legal en el que se han registrado miles de nacimientos mediante esta técnica, a menudo sin la debida regulación y supervisión.
Con la nueva instrucción, el Gobierno busca cerrar las puertas a la inscripción de bebés nacidos bajo este régimen en el Registro Civil, a menos que exista un vínculo biológico o se trate de una adopción. Esto significa que cualquier acuerdo de gestación subrogada, incluso aquellos que se presenten como altruistas, quedará sin validez legal en España. La madre gestante será reconocida como la madre legal del bebé en todo momento, lo que refuerza la idea de que no se puede tratar a las mujeres como meros instrumentos de reproducción.
La normativa también establece que el Registro Civil no aceptará certificaciones registrales extranjeras ni sentencias judiciales de otros países como prueba para la inscripción de los nacidos mediante gestación subrogada. Este cambio es significativo, ya que elimina la posibilidad de que los padres intencionales puedan registrar a sus hijos en España si han nacido a través de esta práctica en el extranjero.
### Reacciones y Perspectivas Futuras
La reacción a esta nueva regulación ha sido variada. Por un lado, muchos grupos feministas y defensores de los derechos humanos han celebrado la medida como un avance en la protección de las mujeres y los menores. Argumentan que la gestación subrogada, incluso cuando se presenta como una opción altruista, puede llevar a la explotación de mujeres en situaciones vulnerables. La campaña “No somos vasijas”, lanzada en 2005 por un grupo de intelectuales feministas, vuelve a cobrar relevancia en este contexto, subrayando la necesidad de proteger la autonomía y los derechos de las mujeres.
Por otro lado, hay quienes critican la nueva normativa, argumentando que limita las opciones de las personas que desean formar una familia. Algunos defensores de la gestación subrogada sostienen que, si se regula adecuadamente, puede ser una opción válida y ética para quienes no pueden tener hijos biológicos. Sin embargo, la falta de un marco legal claro en España ha llevado a muchos a buscar alternativas en el extranjero, lo que plantea cuestiones éticas y legales complejas.
La publicación de esta instrucción es un paso hacia la creación de un entorno más seguro y ético para la reproducción asistida en España. Sin embargo, muchos abogan por la necesidad de un debate más amplio sobre la maternidad subrogada y la forma en que se aborda en la legislación. La cuestión de la explotación reproductiva y los derechos de las mujeres debe seguir siendo una prioridad en la agenda política y social.
En resumen, la nueva regulación de la gestación subrogada en España marca un cambio significativo en la forma en que se aborda esta práctica. Al prohibir la inscripción de bebés nacidos mediante gestación subrogada y reafirmar los derechos de las mujeres, el Gobierno busca proteger a las personas más vulnerables en este proceso. Sin embargo, el debate sobre la maternidad subrogada y sus implicaciones éticas y legales está lejos de concluir, y será fundamental seguir trabajando en la defensa de los derechos de todas las partes involucradas.