En el corazón de Cantabria, entre el majestuoso litoral atlántico y los valles interiores, se encuentra Arce, una localidad que destaca por su rica herencia cultural y su impresionante entorno natural. También conocida como Puente Arce, este rincón de la región es un verdadero museo al aire libre donde la historia y la naturaleza se entrelazan de manera excepcional. Situada en el municipio de Piélagos, Arce es un destino que ofrece a los visitantes una experiencia única, llena de monumentos históricos y paisajes cautivadores.
### Un Patrimonio Histórico que Atrae Miradas
Uno de los elementos más emblemáticos de Arce es su puente, una construcción de origen dieciochesco que conecta las localidades de Arce y Oruña. Este puente, que se cree que se erigió sobre los restos de una estructura romana, fue construido en el siglo XVIII como parte del Camino Real, una ruta histórica que ha sido testigo del paso de comerciantes, peregrinos y viajeros a lo largo de los siglos. Declarado Bien de Interés Cultural (BIC), el puente no solo es un ejemplo de la ingeniería tradicional de sillería, sino que también simboliza la rica historia de la región.
A pocos pasos del puente, se alza la Torre de Velo, una construcción medieval que fue el núcleo original de un pequeño señorío. Esta torre, junto con la casa solariega de la familia Ceballos-Escalante y la Casa del Marqués de la Conquista Real, conforma un conjunto arquitectónico que refleja el poder económico y social de las élites locales en el siglo XVIII. Estos edificios, catalogados como Bienes de Interés Cultural, son testigos del esplendor de épocas pasadas y contribuyen a la identidad histórica de Arce.
### Un Entorno Natural de Inigualable Belleza
Más allá de su patrimonio arquitectónico, Arce se encuentra en un entorno natural privilegiado. El río Pas, cuyas aguas fluyen junto al casco antiguo, ofrece uno de los paisajes fluviales más hermosos de Cantabria. Desde la localidad, se pueden observar las impresionantes masas forestales y las dunas del Parque Natural de las Dunas de Liencres, un espacio protegido que destaca por su biodiversidad y belleza escénica. Este parque alberga playas como Valdearenas y Canallave, siendo esta última un destino popular entre los surfistas debido a su oleaje constante y su conexión directa con el mar Cantábrico.
Arce también es un lugar de gran interés arqueológico. En sus alrededores se han descubierto yacimientos prehistóricos, como las cuevas de El Mato y Cobalejos, que atestiguan la ocupación humana en la prehistoria cántabra. Además, junto a la Iglesia de San Julián de Velo, se encontró una necrópolis medieval, lo que subraya la importancia histórica de Arce como núcleo habitado desde tiempos remotos.
Visitar Arce es emprender un viaje entre piedra y agua, historia y naturaleza, donde cada rincón cuenta una historia. Ya sea para recorrer su puente al atardecer, admirar sus torres nobles o explorar las rutas naturales cercanas al Parque de las Dunas, Arce ofrece una experiencia completa que combina cultura, turismo sostenible y memoria del territorio. Este pequeño enclave es un ejemplo de cómo el pasado y el presente pueden coexistir en armonía, brindando a los visitantes una visión auténtica de la riqueza cultural y natural de Cantabria.
En el contexto de la valorización del patrimonio rural cántabro, Arce se presenta como un destino que invita a la reflexión sobre la importancia de preservar y valorar nuestras raíces. La combinación de su patrimonio arquitectónico, su entorno natural y su historia rica hacen de Arce un lugar que merece ser explorado y disfrutado por todos aquellos que buscan una experiencia auténtica en Cantabria.