Las montañas que rodean Jerusalén están siendo consumidas por incendios forestales de gran magnitud, lo que ha llevado a las autoridades israelíes a declarar una emergencia nacional. Miles de personas han sido evacuadas y más de 100 dotaciones de bomberos están trabajando arduamente para controlar las llamas. La situación ha sido calificada como una de las peores en la historia reciente de incendios forestales en la región.
Ante esta crisis, Israel ha solicitado ayuda internacional, y España ha respondido enviando aviones para colaborar en las labores de extinción. Según informes, el Gobierno español ha enviado varios aviones, incluyendo dos de gran capacidad, para ayudar en la lucha contra el fuego. Esta asistencia se enmarca dentro del Mecanismo Europeo de Protección Civil, al que España ha respondido enviando un total de diez aviones, con la expectativa de que más unidades lleguen en las próximas horas.
La situación en el terreno es crítica. Hasta 155 dotaciones de bomberos están trabajando sin descanso, pero las condiciones climáticas adversas, incluyendo vientos fuertes, están complicando los esfuerzos para sofocar las llamas. Hasta el momento, se han reportado al menos 19 heridos entre la población civil, aunque no se han registrado víctimas mortales. Sin embargo, la situación es tensa, ya que se teme que el fuego pueda llegar a la ciudad de Jerusalén, lo que obligaría a más evacuaciones.
El Gobierno israelí ha movilizado también a su ejército para ayudar en las labores de extinción, y ha cerrado varias carreteras, incluyendo la autopista que conecta Jerusalén con Tel Aviv, lo que ha dejado a muchos conductores atrapados. A pesar de que las autoridades han reabierto las carreteras, la evacuación de las áreas afectadas continúa siendo una prioridad.
La causa de estos incendios aún no ha sido determinada, aunque en redes sociales se han difundido acusaciones hacia grupos palestinos, sugiriendo que podrían estar detrás de los fuegos en un intento de interrumpir las celebraciones israelíes. Sin embargo, estas afirmaciones no han sido confirmadas y la situación sigue siendo objeto de investigación.
La comunidad internacional, además de España, ha mostrado su disposición a ayudar. Países como Francia, Rumanía, Croacia, Italia y Ucrania también han ofrecido apoyo enviando aviones para colaborar en las tareas de extinción. La respuesta rápida y coordinada de varios países refleja la gravedad de la situación y la necesidad de una acción conjunta para enfrentar los devastadores incendios.
Los incendios en Jerusalén no solo representan un desafío inmediato para los servicios de emergencia, sino que también plantean preguntas sobre la gestión de recursos y la preparación ante desastres naturales en la región. La colaboración internacional en este tipo de crisis es crucial, y la respuesta de España es un ejemplo de cómo los países pueden unirse para enfrentar desafíos comunes.
A medida que la situación evoluciona, se espera que más detalles sobre la magnitud de los daños y las causas de los incendios sean revelados. La comunidad internacional sigue de cerca los acontecimientos, con la esperanza de que la ayuda llegue a tiempo para mitigar los efectos de esta tragedia en Jerusalén.