El próximo cónclave que determinará al sucesor del papa Francisco está programado para iniciar el miércoles 7 de mayo a las 16:30 hora local. Este evento crucial comenzará con una procesión de los cardenales desde la Capilla Paulina hasta la Capilla Sixtina. Antes de esta ceremonia, a las 10:00 horas, se llevará a cabo la misa Pro Eligendo Pontifice, un rito que precede a la elección del nuevo pontífice.
En total, 133 cardenales electores participarán en la votación, aunque se ha confirmado que dos cardenales no asistirán por razones de salud. Uno de ellos es el español Antonio Cañizares, arzobispo emérito de Valencia, quien ha decidido no viajar a Roma. La situación del segundo cardenal, el bosnio Vinko Puljic, es incierta, ya que inicialmente no iba a asistir, pero ha recibido permiso médico para participar.
El Colegio Cardenalicio está compuesto por 252 purpurados, de los cuales solo 135 tienen derecho a voto, dado que deben ser menores de 80 años. Un aspecto notable es la renuncia del cardenal Angelo Becciu, quien había perdido sus privilegios de purpurado debido a su implicación en un escándalo financiero, pero había afirmado que podía asistir al cónclave. Finalmente, ha decidido no participar.
La misa en la Basílica de San Pedro será presidida por el Cardenal Re, y tras ella, los cardenales se dirigirán a la Capilla Sixtina para comenzar el proceso de votación. Durante el cónclave, los cardenales votarán cuatro veces al día, con dos votaciones por la mañana y dos por la tarde. Es importante destacar que no podrán tener contacto con el exterior hasta que se llegue a un consenso sobre quién será el nuevo papa.
Para que un candidato sea elegido, debe obtener al menos dos tercios de los votos. Una vez que se alcanza esta mayoría, se le pregunta al elegido si acepta la elección y qué nombre desea adoptar. Su afirmación lo convierte en el nuevo Obispo de Roma. En el cónclave que eligió a Francisco, se necesitó una cuarta votación, mientras que el cónclave que designó a Benedicto XVI lo hizo en la quinta, y el que eligió a Juan Pablo II requirió ocho votaciones.
A medida que se acerca la fecha del cónclave, la atención se centra en los cardenales que votarán y en las dinámicas que podrían influir en la elección del nuevo papa. La situación actual de la Iglesia Católica y las expectativas sobre el futuro liderazgo son temas de gran interés tanto para los fieles como para los analistas religiosos. La elección del nuevo papa no solo tiene implicaciones para la Iglesia, sino también para la comunidad global, dado el papel significativo que desempeña el papado en asuntos internacionales y sociales.
Mientras tanto, los cardenales continúan sus reuniones en Roma, donde han estado organizando el periodo de ‘sede vacante’. Hasta ahora, se han reunido 183 cardenales, de los cuales más de 120 son electores. El lunes 5 de mayo, se llevará a cabo el juramento del personal que asistirá a los cardenales durante el cónclave, incluyendo enfermeros y celebrantes litúrgicos. Este evento se realiza en secreto y a puerta cerrada, una tradición que se ha mantenido a lo largo de los siglos.
El cónclave es un momento de gran solemnidad y expectativa, no solo para los cardenales, sino también para millones de católicos en todo el mundo que esperan con ansias la elección de su nuevo líder espiritual. Las oraciones y los buenos deseos se multiplican mientras se acerca la fecha del cónclave, con la esperanza de que el nuevo papa guiará a la Iglesia en tiempos de desafíos y oportunidades.