La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ha dado un paso significativo en su lucha por mejorar las condiciones laborales en España. En un contexto donde la agenda laboral parecía estancada, Díaz ha presentado un borrador de reforma del Estatuto de los Trabajadores que busca establecer un salario mínimo interprofesional (SMI) que nunca sea inferior al 60% del salario medio. Esta propuesta se enmarca en un esfuerzo por asegurar que los trabajadores tengan un nivel de vida digno y que se combata la pobreza laboral.
La iniciativa se presenta justo antes del Primero de Mayo, una fecha emblemática para los derechos laborales, y se enmarca en un momento político complicado para el Gobierno de coalición, donde se han reportado tensiones internas. El nuevo modelo de cálculo del SMI que propone Díaz se basa en varios parámetros, pero destaca la necesidad de que el salario mínimo se ajuste automáticamente cada año, garantizando que siempre esté alineado con el 60% del salario medio neto en España, tal como lo recomienda la Carta Social Europea.
### Un nuevo enfoque para el salario mínimo
El actual sistema de fijación del SMI permite al Gobierno decidir anualmente la nueva cuantía, previa consulta a los agentes sociales. Este proceso se basa en cuatro factores: la inflación, la productividad, la coyuntura económica y el incremento de la participación del trabajo en la renta nacional. Sin embargo, la propuesta de Díaz no solo mantiene estos parámetros, sino que los amplía. Además del Índice de Precios al Consumidor (IPC), se incluirá el poder adquisitivo de los trabajadores, lo que permitirá una evaluación más integral de las condiciones económicas.
Díaz ha enfatizado que el nuevo SMI debe garantizar un nivel de vida digno y contribuir a la cohesión social. Esto implica que se prestará especial atención a los salarios más bajos y se considerará el impacto del género en la distribución salarial. La reforma también contempla una revisión semestral del SMI en caso de que no se cumplan las previsiones sobre el índice de precios, lo que añade un nivel de flexibilidad y adaptabilidad a la propuesta.
### Reacciones y desafíos en el diálogo social
A pesar de las intenciones de la vicepresidenta, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha expresado su rechazo a este nuevo modelo de cálculo del SMI. Según la patronal, la propuesta no responde a razones sociales ni económicas, y critica que se trata de una medida que busca satisfacer el pacto de coalición entre Sumar y el PSOE. En un comunicado, la CEOE ha señalado que esta iniciativa socava el diálogo social y podría ralentizar aún más las negociaciones colectivas, que ya se encuentran en un momento delicado.
La CEOE argumenta que la fijación automática del SMI podría desincentivar la creación de empleo y afectar negativamente a las pequeñas y medianas empresas, que son la columna vertebral de la economía española. Sin embargo, los sindicatos han acogido con optimismo la propuesta de Díaz, considerando que es un paso necesario para garantizar derechos laborales y mejorar la calidad de vida de los trabajadores.
La propuesta de Yolanda Díaz no solo busca establecer un marco más justo para el salario mínimo, sino que también refleja un cambio de paradigma en la forma en que se abordan las políticas laborales en España. A medida que se acerca la fecha de discusión en el Consejo de Ministros, la presión sobre el Gobierno para alcanzar un consenso entre los diferentes actores sociales se intensifica. La reforma del SMI es solo una parte de un conjunto más amplio de medidas que el Gobierno está considerando para mejorar las condiciones laborales y sociales en el país.
Con la presentación de esta reforma, Díaz reafirma su compromiso con la justicia social y la equidad en el ámbito laboral, en un momento en que la desigualdad y la pobreza laboral son temas de creciente preocupación en la sociedad española. La implementación de un SMI que garantice un nivel de vida digno podría ser un paso crucial para abordar estos desafíos y mejorar la calidad de vida de millones de trabajadores en España.