Una devastadora explosión tuvo lugar el sábado en el puerto de Shahid Rajai, ubicado en Bandar Abás, al sur de Irán, resultando en al menos 25 muertes y más de 1,100 heridos, según los informes de los servicios de emergencia locales. Este trágico evento ocurrió alrededor del mediodía, hora local, en un edificio de oficinas dentro del puerto, y la onda expansiva fue tan intensa que causó daños significativos a varios edificios y vehículos en las cercanías.
Las autoridades de la provincia de Hormozgán, donde se encuentra el puerto, confirmaron el aumento del número de víctimas a medida que se realizaban las labores de rescate. El director general de Emergencias de la provincia, Mehrdad Hassanzadeh, proporcionó un balance actualizado a la radiotelevisión estatal, enfatizando la magnitud de la tragedia. Las imágenes difundidas por los medios locales mostraron una enorme nube negra elevándose sobre el puerto, reflejando el caos que siguió a la explosión.
En respuesta a la emergencia, las autoridades suspendieron temporalmente todas las operaciones portuarias para facilitar las labores de rescate y asegurar la zona afectada. La situación ha generado una gran preocupación en la población, que se encuentra en estado de shock ante la magnitud del desastre.
El puerto de Shahid Rajai es uno de los principales puntos de entrada y salida de mercancías en Irán, con una capacidad para manejar más de 88 millones de toneladas de carga al año. Este puerto no solo es crucial para el comercio, sino que también es un centro industrial vital para el país. En 2020, el puerto ya había sido noticia tras sufrir un ataque cibernético que interrumpió sus operaciones, un incidente que Irán atribuyó a Israel.
Las autoridades iraníes han iniciado una investigación para determinar las causas de la explosión. La portavoz gubernamental, Fatemé Mohayerani, indicó que el presidente Masoud Pezeshkian ha ordenado una investigación rápida y exhaustiva del incidente, instando a la población a evitar especulaciones hasta que se realicen los análisis necesarios.
Según un comunicado de la Oficina de Aduanas del puerto, la causa preliminar de la explosión podría estar relacionada con un incendio en un almacén de productos químicos, que habría desencadenado una reacción en cadena con otros depósitos de materiales inflamables. Esta teoría ha sido respaldada por varios informes que sugieren que la explosión fue el resultado de una mala gestión de un cargamento que contenía materiales altamente inflamables y explosivos.
A pesar de la magnitud del incidente, la Compañía Nacional de Refinado y Distribución de Petróleo de Irán ha declarado que sus operaciones en Bandar Abás no se han visto afectadas y continúan funcionando con normalidad. Sin embargo, la situación sigue siendo crítica, y las autoridades están trabajando arduamente para atender a los heridos y restablecer la seguridad en la zona.
La explosión ha generado un fuerte impacto en la comunidad local y ha suscitado una ola de solidaridad y apoyo hacia las víctimas y sus familias. Las redes sociales se han inundado de mensajes de condolencias y apoyo, reflejando la tristeza y la preocupación de la población ante esta tragedia.
Este evento trágico pone de relieve la vulnerabilidad de las infraestructuras críticas en situaciones de emergencia y la importancia de contar con protocolos de seguridad adecuados para prevenir desastres de esta magnitud. Las autoridades iraníes se enfrentan ahora al desafío de esclarecer las causas del incidente y garantizar que se tomen las medidas necesarias para evitar que algo similar vuelva a ocurrir en el futuro.