La situación laboral en la planta de Bridgestone en Puente San Miguel se ha vuelto tensa, con el comité de empresa anunciando cuatro nuevas jornadas de huelga en respuesta a un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectaría a casi la mitad de la plantilla. Los días de paro están programados para el 30 de abril, 1, 5 y 6 de mayo, y se suman a los seis días de huelga ya realizados, que han contado con un respaldo total por parte de los trabajadores.
La decisión de continuar con las movilizaciones se produce en un contexto de negociaciones que se encuentran en un punto crítico. Las próximas jornadas de huelga coinciden con las últimas reuniones de negociación del ERE, lo que ha llevado a los trabajadores a intensificar sus protestas. Luis Ruiz Eguren, presidente del comité de empresa, ha señalado que la situación es insostenible y que la empresa debe presentar un plan de viabilidad y un plan industrial que garantice el futuro de las fábricas de Puente San Miguel y Basauri.
### Contexto del ERE y la Respuesta de los Trabajadores
El ERE propuesto por Bridgestone contempla el despido de 211 trabajadores, lo que representa un golpe significativo para la comunidad laboral de la planta. Ante esta amenaza, los sindicatos UGT-FICA, Comisiones Obreras, BUB y SITB han unido fuerzas para organizar las movilizaciones y exigir a la empresa una reconsideración de sus decisiones. La respuesta de los trabajadores ha sido contundente, con una participación masiva en las huelgas anteriores y un claro mensaje de unidad y determinación.
La jornada de protesta más reciente, que tuvo lugar el 27 de abril, fue acompañada por la presencia de una delegación de trabajadores de Azsa en Hinojedo, quienes se unieron para mostrar su solidaridad. Este tipo de apoyo intersindical es crucial en momentos de crisis, ya que fortalece la lucha de los trabajadores y aumenta la visibilidad de sus demandas.
Luis Ruiz Eguren ha enfatizado que la plantilla está decidida a seguir luchando por sus derechos y que no se rendirán hasta que la empresa presente un plan viable que garantice la estabilidad laboral. La situación ha captado la atención del Gobierno de Cantabria, que ha estado en contacto con los sindicatos para mediar en el conflicto. Aunque la presidenta María José Sáenz de Buruaga no pudo reunirse inicialmente con los trabajadores, posteriormente se llevó a cabo un encuentro con el comité de empresa, donde se discutieron las acciones del Gobierno en relación con la empresa.
### Implicaciones para el Futuro de la Planta
La incertidumbre que rodea el futuro de la planta de Bridgestone en Puente San Miguel tiene implicaciones no solo para los trabajadores directamente afectados, sino también para la economía local. La pérdida de 211 empleos significaría un impacto considerable en la comunidad, afectando a familias y a la economía regional en general. Por ello, la lucha de los trabajadores no es solo por sus empleos, sino también por el bienestar de la comunidad en su conjunto.
El comité de empresa ha dejado claro que su objetivo es reducir al máximo el impacto del ERE y que están dispuestos a negociar, siempre que la empresa muestre una disposición real para llegar a un acuerdo. La presión sobre Bridgestone para que presente un plan industrial que asegure la viabilidad de la planta es más fuerte que nunca, y los trabajadores están decididos a mantener el foco en sus demandas.
La situación en Puente San Miguel es un reflejo de las tensiones que pueden surgir en el ámbito laboral, especialmente en tiempos de crisis económica. La capacidad de los trabajadores para organizarse y movilizarse es fundamental para hacer frente a decisiones que consideran injustas. A medida que se acercan las nuevas jornadas de huelga, la atención se centrará en cómo responderá la empresa y si habrá avances significativos en las negociaciones.
La lucha de los trabajadores de Bridgestone es un recordatorio de la importancia de la solidaridad en el ámbito laboral y de la necesidad de un diálogo constructivo entre empresas y empleados. A medida que se desarrollan los acontecimientos, será crucial observar cómo se desarrollan las negociaciones y qué medidas se tomarán para garantizar el futuro de la planta y de sus trabajadores.