El pasado 25 de abril de 2025, el Ayuntamiento de Armilla llevó a cabo un emotivo acto en conmemoración de las víctimas de la represión franquista, dedicando este evento al pueblo palestino. Este homenaje se realizó junto al monolito que recuerda a aquellos que sufrieron durante la dictadura, y se enmarcó en un contexto de reivindicación de los derechos humanos y la dignidad de todos los pueblos.
Durante la ceremonia, se plantó un olivo, símbolo de paz y resiliencia, como gesto de solidaridad hacia Palestina. La alcaldesa de Armilla, Loli Cañavate, destacó la importancia de mantener viva la Memoria Democrática en España, enfatizando que «el compromiso con la justicia y la dignidad no puede tener fronteras». En su discurso, Cañavate subrayó que quienes dieron su vida por la libertad merecen más que solo memoria; merecen verdad, justicia y reparación.
El acto también contó con la participación de Aly Tawfiq Mohamed-Essawy, profesor de la Universidad de Granada y miembro de la Plataforma de Solidaridad con Palestina de Granada. Mohamed-Essawy resaltó la relevancia de vincular la memoria histórica de España con la lucha del pueblo palestino, recordando que ambos comparten un legado de resistencia y búsqueda de derechos fundamentales.
Por su parte, Belén Habboob Martos, investigadora y activista por los derechos del pueblo palestino, centró su intervención en el derecho al retorno y la memoria colectiva de su pueblo. Habboob enfatizó que la memoria es tanto resistencia como futuro, y que es crucial no olvidar las luchas pasadas para construir un mundo más justo.
El concejal de Cultura, Pablo Cano, fue el encargado de moderar el evento, que reunió a representantes de diversas asociaciones memorialistas, instituciones locales y ciudadanos interesados en la defensa de los derechos humanos. Este año, además de la tradicional ofrenda floral, la plantación del olivo se convirtió en un símbolo de reconocimiento hacia el pueblo palestino, representando el arraigo a la tierra y la resistencia frente a la ocupación.
El acto de Armilla se inscribe dentro de una serie de iniciativas que buscan promover la educación sobre la Memoria Democrática. Desde el Ayuntamiento, se han implementado visitas educativas al Barranco de Víznar, donde los jóvenes pueden aprender sobre los horrores de la represión franquista y la importancia de preservar la democracia y los derechos fundamentales. Estas actividades son fundamentales para que las nuevas generaciones comprendan el valor de la memoria histórica y el compromiso con la justicia social.
La conexión entre la memoria histórica de España y la situación actual de Palestina es un tema que ha cobrado relevancia en los últimos años. La lucha por los derechos humanos y la dignidad de los pueblos oprimidos es un hilo conductor que une estas dos realidades. En este sentido, el acto de Armilla no solo fue un homenaje a las víctimas del franquismo, sino también un llamado a la solidaridad internacional y a la defensa de los derechos humanos en todas sus formas.
La plantación del olivo, además de ser un gesto simbólico, representa un compromiso activo con la paz y la justicia. En un mundo donde las injusticias persisten, actos como el de Armilla son esenciales para mantener viva la memoria de aquellos que lucharon por la libertad y para inspirar a las futuras generaciones a seguir luchando por un mundo más justo.
La importancia de estos actos radica en su capacidad para unir a las comunidades en torno a valores compartidos de justicia, dignidad y memoria. En un contexto global donde las luchas por los derechos humanos son cada vez más relevantes, el acto de Armilla se erige como un ejemplo de cómo la memoria histórica puede servir de puente para la solidaridad entre pueblos.
Así, el homenaje en Armilla se convierte en un recordatorio de que la memoria no es solo un ejercicio del pasado, sino una herramienta poderosa para el presente y el futuro. La lucha por la justicia y la dignidad no debe conocer fronteras, y cada acto de memoria es un paso hacia un mundo donde todos los pueblos puedan vivir en paz y con respeto a sus derechos fundamentales.