La guerra en Ucrania, que ya ha alcanzado los 1.151 días, continúa sin un final a la vista. En medio de un conflicto que ha dejado un saldo trágico de muertos y heridos en ambos bandos, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha tomado una decisión significativa: la creación de «centros de entrenamiento de resistencia nacional» en todo el país. Esta medida busca preparar a la población civil para la defensa del país en un contexto donde las treguas y negociaciones de paz han fracasado repetidamente.
Zelensky ha enfatizado la importancia de capacitar a los ciudadanos para que puedan resistir al enemigo, describiendo esta preparación como un componente esencial de la capacidad de defensa de Ucrania. Irina Vereshchuk, subjefa de la oficina presidencial, ha declarado que la formación de civiles no solo es crucial para la defensa, sino que también actúa como un motor de resiliencia y unidad social en tiempos de crisis.
Los nuevos centros de entrenamiento contarán con el apoyo del ejército y del Ministerio de Defensa, y serán dirigidos por veteranos de guerra que serán nombrados como instructores. Estos centros se encargarán de desarrollar programas de formación que capaciten a los ciudadanos en diversas habilidades necesarias para la defensa nacional. Cada instalación tendrá un jefe designado por los consejos regionales, quienes también serán responsables de promover las actividades del centro y de presentar informes trimestrales al Ministerio de Defensa para evaluar su efectividad.
A medida que se implementa esta estrategia, la situación en el terreno sigue siendo crítica. Recientemente, la ciudad de Jarkov fue objeto de ataques aéreos rusos, que resultaron en al menos dos muertos y más de 70 heridos. Los bombardeos han afectado zonas residenciales, lo que ha generado una fuerte condena por parte de Zelensky, quien ha instado a la comunidad internacional a imponer más sanciones a Moscú y a brindar mayor apoyo a Ucrania.
En este contexto, se ha anunciado un intercambio de prisioneros entre Ucrania y Rusia, mediado por Emiratos Árabes, que incluirá a 246 prisioneros de cada país. Este desarrollo se produce en un momento en que las tensiones entre ambos países siguen siendo altas, y las negociaciones de paz parecen estar estancadas.
La creación de estos centros de entrenamiento refleja la determinación de Ucrania de fortalecer su capacidad defensiva y preparar a su población para un conflicto que parece no tener fin. A medida que la guerra avanza, la necesidad de una población civil bien entrenada y preparada se vuelve cada vez más evidente, y Zelensky parece decidido a hacer de esto una prioridad en su estrategia de defensa nacional.