El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha lanzado una dura crítica hacia Jerome Powell, actual presidente de la Reserva Federal (Fed), calificando sus recientes decisiones como un «completo desastre». En un mensaje publicado en su plataforma Truth Social, Trump exigió una reducción inmediata de los tipos de interés, que actualmente se sitúan entre el 4,25% y el 4,50%. Esta demanda contrasta con la reciente acción del Banco Central Europeo (BCE), que ha llevado a cabo su séptima rebaja de tipos, lo que Trump considera un modelo a seguir.
Trump no escatimó en palabras al afirmar que «Powell debería haber bajado los tipos de interés, como el BCE, hace tiempo, pero sin duda debería bajarlos ahora. ¡El despido de Powell no puede esperar!». Esta postura refleja la tensión entre el exmandatario y la institución que, teóricamente, opera de manera independiente del poder político.
La relación entre Trump y Powell es compleja, ya que el expresidente fue quien nombró a Powell para liderar la Fed en 2018. Desde entonces, Powell ha mantenido su cargo durante la administración de Joe Biden, lo que ha generado un ambiente de confrontación, especialmente en un contexto económico volátil.
En su última reunión, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) decidió no realizar recortes inmediatos en los tipos de interés, a pesar de las presiones provenientes del Ejecutivo. La Fed ha indicado que cualquier ajuste dependerá de la evolución de los indicadores macroeconómicos y de los riesgos asociados, incluyendo las repercusiones de la guerra comercial que se intensificó durante la administración Trump.
Los analistas financieros anticipan que la Reserva Federal adoptará un enfoque cauteloso en 2025, especialmente tras el repunte inflacionario registrado en febrero, que alcanzó un 2,8% interanual general y un 3,1% en la subyacente, superando el objetivo del 2%. Esta situación ha llevado a la Fed a ser más cautelosa, considerando los posibles efectos inflacionarios derivados de los aranceles comerciales.
En este contexto, la Fed ha manifestado estar «preparada» para ajustar los tipos si las circunstancias lo requieren, basándose en datos del mercado laboral, inflación y desarrollos financieros internacionales. Sin embargo, las declaraciones de Trump añaden un nuevo capítulo a su historial de enfrentamientos con la Fed, en un momento en que la incertidumbre económica está en aumento.
Las tensiones entre la administración Trump y la Reserva Federal no son nuevas. Durante su mandato, Trump criticó frecuentemente a la Fed por sus decisiones de política monetaria, argumentando que estas perjudicaban el crecimiento económico. Ahora, con el regreso a la escena política, Trump parece decidido a retomar esa narrativa, utilizando su influencia en las redes sociales para presionar a la Fed.
Este choque se produce en un contexto de creciente volatilidad económica, donde las medidas proteccionistas de la administración Trump han generado dudas sobre el crecimiento global. La Fed, por su parte, se enfrenta a la difícil tarea de equilibrar el crecimiento económico con la necesidad de controlar la inflación, lo que complica aún más su posición.
En resumen, la crítica de Trump a la Reserva Federal y su llamado a la reducción de los tipos de interés reflejan no solo su descontento con la política monetaria actual, sino también su deseo de influir en el debate económico a medida que se acerca la campaña electoral. La Fed, mientras tanto, continúa su enfoque cauteloso, consciente de que cualquier decisión que tome tendrá repercusiones significativas en la economía estadounidense y global.