En el corazón de Solares, Cantabria, se encuentra Casa Enrique, un restaurante que ha logrado convertirse en un referente de la gastronomía local. Este establecimiento no solo ofrece una experiencia culinaria excepcional, sino que también se ha ganado el corazón de sus comensales, quienes lo consideran un lugar donde la comida casera y la tradición se entrelazan de manera perfecta. Desde su elegante comedor hasta su carta cuidadosamente elaborada, Casa Enrique es un verdadero homenaje a la cocina de toda la vida, aquella que requiere tiempo, técnica y un profundo respeto por los ingredientes.
### Tradición Gastronómica en Cada Plato
La esencia de Casa Enrique radica en su compromiso con la tradición. Cada plato que sale de su cocina es una obra maestra que refleja la rica herencia culinaria de Cantabria. Entre sus especialidades se encuentra el carico montañés, un guiso elaborado con la alubia típica de la región, y la sopa de pescado “a su estilo”, que son solo ejemplos de cómo el restaurante mantiene viva la memoria del recetario regional.
Los entrantes son igualmente impresionantes, con opciones como el jamón ibérico de bellota cortado a cuchillo, la cecina de León y las famosas croquetas de centollo. Estos platos no solo son un deleite para el paladar, sino que también evocan recuerdos de la cocina de antaño, donde cada ingrediente es tratado con el respeto que merece.
La carta de Casa Enrique también incluye una variedad de platos marineros que reflejan la riqueza del mar Cantábrico. Desde la merluza de anzuelo rebozada hasta los pimientos rellenos de merluza, rape y gambas, cada bocado es una celebración de los sabores del litoral. Los amantes de los productos frescos encontrarán en las almejas a la sartén o en salsa verde una experiencia culinaria que destaca por su autenticidad y frescura.
### Carnes y Casquería: Un Viaje a lo Auténtico
En el apartado cárnico, Casa Enrique se mantiene fiel a su filosofía de cocina de raíz. Platos como las albóndigas de ternera con puré y las carrilleras de cerdo ibérico estofadas son ejemplos de la dedicación que el restaurante pone en cada elaboración. Además, el establecimiento rinde homenaje a la casquería, un arte culinario que ha ido desapareciendo en muchos lugares. Aquí, los comensales pueden disfrutar de sesos de ternera rebozados, callos sobre patata panadera y huevo, y mollejas de lechazo, ya sea empanadas o salteadas con setas. Estos platos, de sabor profundo y elaboración minuciosa, evocan la cocina tradicional, donde cada ingrediente cuenta una historia.
La experiencia en Casa Enrique no estaría completa sin un final dulce. Entre sus postres, destaca el Tupinamba, una receta centenaria que combina natillas caseras con claras montadas y horneadas. Otras opciones incluyen el tiramisú napolitano, la tarta de queso con base de sobao pasiego y kiwi, y la tarta de manzana reineta con mermelada casera. Para los más clásicos, el flan de huevo y el queso fresco de Cantabria con dulce de membrillo son opciones irresistibles que cierran la comida con broche de oro.
### Vinos y Maridajes para Completar la Experiencia
Casa Enrique no solo se destaca por su comida, sino también por su impresionante selección de vinos. Con una bodega que supera las 300 referencias, el restaurante invita a los amantes del vino a embarcarse en un viaje enológico por los mejores caldos del país. Desde tintos y blancos hasta espumosos, cada vino ha sido seleccionado para complementar la carta y realzar los sabores de los platos. El equipo del restaurante está siempre dispuesto a asesorar a los comensales en la elección del maridaje perfecto, asegurando que cada comida sea una experiencia inolvidable.
Además, Casa Enrique cuenta con un comedor privado ideal para celebraciones o encuentros íntimos, con capacidad para 15 personas. Para aquellos que prefieren disfrutar de la cocina en casa, muchos de sus platos están disponibles para llevar, incluyendo opciones de vino seleccionadas para completar la experiencia.
Casa Enrique se ha convertido en un segundo hogar para muchos de sus comensales, un lugar donde las historias se entrelazan con la gastronomía. Desde reuniones de amigos hasta celebraciones familiares, este restaurante ha sido testigo de momentos inolvidables. Su verdadero valor radica en ser un lugar al que siempre se quiere volver, donde la tradición, el sabor y la hospitalidad se encuentran en cada rincón. Si buscas una experiencia gastronómica auténtica en Cantabria, Casa Enrique es, sin duda, una parada obligatoria.