El presidente del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, ha expresado su descontento con el viaje oficial que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, está realizando a China. Este viaje, que comenzó en Pekín y que forma parte de una gira asiática que incluyó una parada en Vietnam, ha sido objeto de críticas por parte de la oposición, que considera que llega en un momento inadecuado debido a la actual guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Feijóo ha señalado que el viaje de Sánchez no debería implicar un cambio en las relaciones comerciales de España, sugiriendo que sustituir a Estados Unidos, el principal socio de la Unión Europea, por China sería un error. Durante una rueda de prensa, el líder del PP también ha pedido mayor transparencia respecto a los objetivos del viaje, cuestionando si el ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero está influyendo en la política exterior y comercial de España.
La vicesecretaria de Educación y Salud del PP, Ester Muñoz, ha respaldado esta crítica, afirmando que el viaje de Sánchez genera una tensión internacional innecesaria con Estados Unidos y dentro de la Unión Europea. Muñoz ha argumentado que, aunque el viaje estaba programado con antelación, debería haber sido cancelado dada la situación actual. Según ella, los socios europeos de España no ven con buenos ojos el acercamiento a China que Sánchez está intentando promover.
Muñoz ha enfatizado que muchos líderes europeos han manifestado la importancia de mantener relaciones sólidas con Estados Unidos y que no se debe buscar un giro hacia China. Además, ha criticado la falta de coordinación de Sánchez con la Unión Europea en este viaje, sugiriendo que lo ha llevado a cabo de manera unilateral y bajo la influencia de Zapatero, quien, según ella, tiene intereses personales en este acercamiento.
Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha calificado el viaje de Sánchez como una «traición» a España, argumentando que este acercamiento a China representa una entrega a los intereses comunistas del país asiático. Ayuso ha expresado su preocupación por la incoherencia de la política exterior del Gobierno español.
Desde el Gobierno, las fuentes han respondido a las críticas del PP, defendiendo que la gira de Sánchez es positiva para España, sus empresas y su economía. Han subrayado que la intención de diversificar las alianzas comerciales es una postura alineada con el resto de Europa. Esta defensa se basa en la idea de que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha reiterado la importancia de diversificar mercados, lo que se alinea con la estrategia de Sánchez.
El Gobierno también ha respondido a las críticas de Estados Unidos, que ha advertido sobre los riesgos de un alineamiento de España con China. En este contexto, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, ha señalado que tal alineación podría ser perjudicial para España. En respuesta, China ha criticado a Estados Unidos por intentar ejercer presión económica sobre otros países, lo que añade una capa de complejidad a las relaciones internacionales en este momento.
El viaje de Sánchez a China, que incluye una reunión con el presidente Xi Jinping, se produce en un contexto de creciente tensión internacional y desafíos económicos. Las críticas del PP reflejan una preocupación por la dirección de la política exterior española y su alineación con potencias globales en un momento de incertidumbre económica y política mundial. La situación plantea interrogantes sobre cómo España manejará sus relaciones internacionales en el futuro, especialmente en el contexto de la guerra comercial y las tensiones geopolíticas que marcan la actualidad.