El GHB, conocido coloquialmente como «éxtasis líquido», ha comenzado a atraer la atención de las autoridades y expertos en salud debido a su creciente uso y los peligros asociados a su consumo. Esta sustancia, que es un depresor del sistema nervioso central, se ha relacionado con casos recientes de intoxicación en Madrid, lo que ha llevado a un llamado de atención sobre sus riesgos.
GHB, o ácido gammahidroxibutírico, es un anestésico que se presenta en forma líquida, incoloro y con un sabor amargo. Aunque su uso en dosis bajas puede provocar efectos similares a los del alcohol, como desinhibición y euforia, el consumo excesivo puede resultar en graves consecuencias médicas. Recientemente, dos jóvenes en Madrid fueron hospitalizados tras una intoxicación por GHB, uno de ellos requiriendo intubación, lo que ha resaltado la necesidad de una mayor información y educación sobre esta droga.
En España, el consumo de GHB es relativamente bajo. Según el último informe EDADES del Ministerio de Sanidad, solo un 0,8% de los encuestados ha probado GHB en algún momento de su vida, y este porcentaje se reduce aún más en los últimos 12 meses. Sin embargo, la falta de conocimiento sobre la sustancia y sus efectos puede llevar a situaciones peligrosas, especialmente entre los jóvenes que buscan experimentar con drogas en entornos festivos.
Una de las confusiones más comunes es la distinción entre GHB y GBL, su precursor químico. Ambos compuestos son similares, pero el GBL se metaboliza en el cuerpo como GHB. La diferencia clave radica en la cantidad necesaria para alcanzar efectos psicoactivos; el GBL requiere dosis más pequeñas para producir resultados similares. Esta confusión puede aumentar el riesgo de sobredosis, ya que muchos consumidores no son capaces de diferenciar entre las dos sustancias, que son visualmente indistinguibles.
Los efectos adversos del GHB y el GBL pueden ser severos. Los expertos advierten que la mezcla de estas sustancias con alcohol u otros depresores del sistema nervioso central puede resultar en una sobredosis, ya que los efectos se potencian mutuamente. Los síntomas de intoxicación incluyen mareos, descoordinación, somnolencia extrema, vómitos y, en casos graves, pérdida de conocimiento o coma. La coordinadora de Energy Control en Madrid, Berta de la Vega, enfatiza la importancia de no mezclar GHB con otras drogas, ya que esto puede llevar a episodios peligrosos.
El testimonio de usuarios también revela la falta de información y la necesidad de precaución. Una joven de 24 años, que consumió GBL en una fiesta, compartió que su primera experiencia no fue positiva, ya que la mezcla con otras sustancias le provocó una intensa somnolencia. Desde entonces, ha aprendido a medir sus dosis y a evitar combinaciones peligrosas. Este tipo de experiencias subraya la importancia de la educación sobre el uso seguro de drogas y la necesidad de ser conscientes de los riesgos asociados.
La creciente preocupación por el GHB en Madrid ha llevado a expertos a pedir una mayor sensibilización sobre los peligros de esta droga. La falta de información y la confusión entre GHB y GBL son factores que contribuyen a un uso irresponsable y potencialmente mortal. Las autoridades y organizaciones de salud están trabajando para proporcionar recursos y educación a los jóvenes, con el fin de reducir el riesgo de intoxicaciones y promover un consumo más seguro.
En resumen, el GHB y su precursor GBL son sustancias que, aunque poco consumidas, pueden tener efectos devastadores cuando se usan de manera irresponsable. La educación y la información son clave para prevenir intoxicaciones y garantizar la seguridad de los consumidores. Es fundamental que los jóvenes sean conscientes de los riesgos y aprendan a tomar decisiones informadas sobre su salud y bienestar.