En el corazón del popular barrio de La Guía, en Gijón, se encuentra Casa Arturo, un restaurante que ha sabido mantener la esencia de la cocina tradicional asturiana durante más de 70 años. Fundado en 1952 por Arturo Muñiz, este establecimiento comenzó como un pequeño merendero familiar y ha evolucionado hasta convertirse en un referente gastronómico de la ciudad. Hoy, sus hijos continúan con la tradición, aportando nuevas propuestas a la carta sin perder el espíritu original.
La cocina de Casa Arturo es una oda a lo asturiano, donde cada plato cuenta una historia. Entre los entrantes, destacan las croquetas de jamón, los pimientos del piquillo rellenos de calamares en su tinta y las gambas al ajillo. Los primeros platos son igualmente impresionantes, con la fabada asturiana y las fabes con almejas como protagonistas, además de otras delicias como el repollo con gambas y la paella de mariscos.
Los pescados son otro de los grandes fuertes de la casa. La merluza con arroz marinero y la merluza negra son altamente recomendadas, junto con el bacalao con pisto asturiano y los calamares en su tinta. Para los amantes de la carne, la oferta es generosa, incluyendo entrecot de buey, hígado encebollado y el popular cachopo de ternera.
No se puede dejar de lado la carta de postres caseros, que incluye delicias como el arroz con leche, el flan de huevo y la tarta de queso. Estos dulces, elaborados con recetas familiares, son un cierre perfecto para una comida en Casa Arturo.
La ubicación del restaurante es otro de sus puntos fuertes, situado a solo 40 metros del Estadio Municipal El Molinón y del Palacio de los Deportes de Gijón. Esto lo convierte en un lugar ideal para disfrutar de una buena comida antes o después de un evento. Además, cuenta con una zona de fácil aparcamiento, lo que facilita la visita.
Casa Arturo no es solo un restaurante, es una experiencia que invita a disfrutar de la cocina asturiana honesta y sin artificios. Con más de siete décadas de historia, sigue siendo un lugar querido por generaciones de gijoneses y visitantes, quienes repiten por la calidad de su comida y el trato cercano que ofrecen. En un mundo donde la gastronomía a menudo se ve influenciada por tendencias pasajeras, Casa Arturo se mantiene firme en su compromiso con la tradición y la calidad, asegurando que lo bueno nunca cambia.