El Club Atlético Osasuna está evaluando la posibilidad de impugnar el partido que disputó contra el FC Barcelona, alegando una posible alineación indebida del jugador Iñigo Martínez. La controversia surge tras la desconvocatoria de Martínez por parte de la selección española debido a una lesión, lo que, según Osasuna, podría haber infringido las normativas de la FIFA sobre la participación de jugadores en partidos internacionales.
Osasuna ha solicitado información a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para esclarecer si el jugador podía haber participado en el encuentro. Desde el club navarro sostienen que, dado que Martínez fue desconvocado por una lesión, no debería haber estado en el campo durante el partido. Sin embargo, el FC Barcelona se muestra confiado en que no hay fundamento para la impugnación, argumentando que la desconvocatoria se realizó con suficiente antelación y que se siguieron todos los procedimientos adecuados.
La normativa FIFA establece que, tras una baja por lesión en la selección, debe transcurrir un periodo de cinco días antes de que el jugador pueda participar en un partido. En este caso, el último partido de la selección se disputó el 23 de marzo, lo que generó dudas sobre la elegibilidad de Martínez para jugar el 27 de marzo contra Osasuna. Sin embargo, la RFEF había liberado al jugador, lo que podría eximir al Barcelona de cualquier irregularidad.
El exdirectivo del Barcelona, Toni Freixa, ha expresado su opinión en redes sociales, indicando que no ve viabilidad en la impugnación. Según Freixa, el club azulgrana notificó a la RFEF la indisposición de Martínez con suficiente antelación, lo que debería ser suficiente para desestimar cualquier reclamación por parte de Osasuna.
Iñigo Martínez, quien sufrió una parameniscitis interna en la rodilla, no pudo unirse a la selección española y fue sustituido por Dean Huijsen. A pesar de su ausencia en la concentración, Martínez fue titular en el partido contra Osasuna, donde el Barcelona logró una victoria convincente.
El partido en cuestión fue aplazado originalmente debido a la defunción del doctor Carles Miñarro, lo que ha añadido más complejidad a la situación. La decisión de reprogramar el encuentro para el 27 de marzo ha generado descontento en Osasuna, que se siente perjudicado por la falta de tiempo de descanso para sus jugadores internacionales, quienes ahora enfrentan un calendario apretado.
El malestar de Osasuna también se debe a que la reprogramación del partido les ha dejado sin las 72 horas de descanso recomendadas antes de su próximo encuentro contra el Athletic Club. Esto ha llevado a la directiva del club a considerar la impugnación como una forma de buscar justicia en un contexto que consideran desfavorable.
A medida que se desarrollan los acontecimientos, la atención se centra en cómo responderá la RFEF a la solicitud de Osasuna y si se tomarán medidas adicionales en relación con la situación de Iñigo Martínez. Por el momento, el FC Barcelona se mantiene firme en su postura, confiando en que la normativa ha sido respetada y que la impugnación no prosperará.